5 BENEFICIOS DEL POLE DANCE.
Mejora tu autoestima. ...
Aumenta tu flexibilidad. ...
Más fuerza y resistencia. ...
Fuerza por fuera = fuerza por dentro. ...
Acondicionamiento físico. ...
4 MITOS Y REALIDADES DEL POLE DANCE.
¿Qué puede ofrecer el pole dancing al universo
del ejercicio?
Quienes quieren hacer pole dancing como
ejercicio sentirán, al final de la clase, que entrenaron y que sus músculos se
ejercitaron y se fortalecieron –sobre todo los que están del ombligo para
arriba--; pero quienes están valorando la opción de añadir estas clases
grupales como parte de su plan de entrenamiento deben saber que, quieran o no,
además de ejercitar sus músculos, ejercitarán su sensualidad, la confianza en
su autoimagen corporal y hasta su líbido
Pole dancing es una nueva tendencia fitness
Pole dancing es una nueva tendencia fitness
“Hacé 10 lagartijas, 10 abdominales y una
plancha”, me dijo no más entrar.
Había llegado 10 minutos tarde y sabía que me
había perdido el calentamiento, donde habían lubricado las articulaciones que
usaríamos durante la clase.
“También les había puesto ejercicios para
piernas y estiramientos dinámicos, como los de yoga, pero te los perdiste”, me
comentó después, durante la entrevista, Floriana Cruz, instructora certificada
de pole dancing.
Mientras hacía mis ejercicios de
calentamiento, miraba a mis demás compañeros en Crystal Pole Dance Studio
intentar ---y lograr--- trucos y poses elegantes y retadoras.
Me sentía inhibida y nerviosa. Tenía la
impresión de que técnicamente podría sostenerme en el tubo, gracias a la fuerza
que he venido ganando en brazos, manos y espalda. Sin embargo, no me considero
poseedora de la sensualidad y la presencia “escénica” que desplegaban ellos.
No me malinterpreten: quienes quieren hacer
pole dancing como ejercicio sentirán, al final de la clase, que entrenaron y
que sus músculos se ejercitaron y se fortalecieron –sobre todo los que están
del ombligo para arriba--; pero quienes están valorando la opción de añadir
estas clases grupales como parte de su plan de entrenamiento deben saber que,
quieran o no, además de ejercitar sus músculos, ejercitarán su sensualidad, la
confianza en su autoimagen corporal y hasta su líbido.
“Vas a estirar tu brazo derecho para tomar el
tubo con esa mano; la izquierda lo agarrará un poco más abajo. Vas a pegar tu
cadera derecha también al tubo y te vas a sentar en una silla invisible, ¿ok?”.
No me había percatado de que el que giraba era
el tubo sobre su propio eje; no, los estudiantes alrededor del tubo. Por eso, tomé
más impulso del requerido antes de tomar el tubo y aferrarme a él Empecé a
girar a una velocidad mucho más rápida de la requerida y sentí miedo ante la
posibilidad de salir volando y estrellarme en el piso de cerámica del salón.
“¡Estirá el brazo izquierdo!”, me dijo
Floriana. “Si estirás las extremidades o alejás tu cuerpo del eje, disminuirás
la velocidad; si las acercás al tubo, la aumentarás”.
El tip funcionó en esa y en todas las otras
ocasiones en que intenté el ejercicio, con uno y otro lado de mi cuerpo.
Sentí mis bíceps: realmente habían hecho un
buen trabajo aguantándome suspendida mientras giraba. También mi abdomen había
trabajado para mantener mis piernas sentadas en la famosa “silla invisible”.
Tras varios giros hacia uno y otro lado,
estirando y cruzando piernas e, incluso, saludando al público imaginario,
Floriana supo que estaba lista para intentar trepar el tubo.
“¿Alguna vez has escalado cuerdas?”.
“Sí”, mentí.
“Es igual: agarrás el tubo con tus brazos
estirados. Colocás el empeine detrás del tubo y con la otra pierna lo abrazás
por el frente, ambas piernas flexionadas. De ahí, estirás las piernas, buscando
ir más arriba y subís los brazos de posición, te jalás hacia arriba y subís las
piernas igual que al principio”, detalló, intuyendo la mentira blanca.
Aunque sin cuerdas, conocía ese tipo de
ejercicios: en el gimnasio, los llamamos chin ups o pull ups y se usan para
fortalecer la espalda. Además, tener el tubo apretado entre las piernas sin
duda sería un ejercicio para mis piernas, especialmente, para la cara interna
de ellas (aductores). No estaba equivocada.
Faltaba aún un tercio de la clase y mi cuerpo
ya empezaba a sentirse fatigado pero la satisfacción de cada logro me impulsaba
a querer dar más. Estaba decidida a intentar todo lo que estuviera a mi alcance
realizar durante esta experiencia.
Un reto adicional se sumó a la trepadera.
“Ahora te vas a sostener en medio, sin
utilizar los brazos. Vas a tener que apretar el core”, me advirtió.
La clase llegaba a su fin y, por más de que
hubiera deseado intentarlo, no estaba lista para probar poses más complicadas,
como las que implican llevar las piernas por encima del nivel de la cabeza y
colgar invertidamente, sujeta únicamente por esas extremidades.
“Eso lo intentamos después. Es un trabajo
paulatino. Primero nos enfocamos en fortalecer los brazos, para que puedan
aguantar el peso de su propio cuerpo y ser capaces de ir haciendo cosas cada
vez más bonitas pero más complejas en fuerza y agilidad”, dijo Floriana, eso
requiere tiempo, reconoció.
Un ejercicio integral
No supo decirme con qué otro ejercicio
compararía pole dancing. Más bien lo considera una actividad física que combina
otras disciplinas: “Yo he hecho a lo largo de mi vida ballet, gimnasia, danza
contemporanea, telas, taekwondo y bailes populares; pero me gusta el pole
porque abarca desde la gracia y la agilidad de la danza hasta la fuerza
requerida en gimnasia y las acrobacias en telas”, comentó.
Personalmente, considero que es un ejercicio
funcional capaz de quemar calorías, mejorar la coordinación y el balance y
fortalecer la mayoría de los músculos del cuerpo, sobre todo en clases más
avanzadas.
Por lo que vi y viví, en las principiantes, el
trabajo se centra en bíceps (cuando los brazos están sosteniendo al cuerpo
mientras están flexionados) y tríceps (cuando lo sostienen estirados, como en
la pose de Peter Pan), antebrazos y espalda, principalmente.
Más adelante, a ello se suman otros
ejercicios, que harán el trabajo más integral.
“Saltar, girar y agacharse involucran los
músculos de las piernas, como glúteos, caderas, isquitibiales (la parte detrás
del muslo), cuádriceps (muslos) y pantorrillas”, describen en Healthy Living;
también colgarse sosteniéndose de las piernas requerirá fuerza en esos
músculos.
Además, añaden en Fit Day, una ventaja
adicional de este tipo de ejercicio es que no solo requiere el trabajo muscular
en cuanto a fuerza, sino también, en cuanto al control de esa fuerza, necesario
para moverse de una manera estable, continua y sostenida, manteniendo la forma
y la pose correctamente.
Contraindicaciones
Pese a sus ventajas, como cualquier actividad
física, el pole dancing tiene sus riesgos.
Desde golpes y hematomas hasta quebraduras de
dedos, costillas y cuello, han visto las salas de emergencia, producto de algún
mal movimiento realizado en estas clases, cuenta el doctor Ryan Stanton a
Today.
“La mayoría de las lesiones se asocian con
caídas”, asegura pero también, añade el médico de urgencias, existe el riesgo
de contraer alguna infección o quemadura en la piel, como consecuencia de la
fricción o de paupérrimas condiciones de higiene y limpieza del tubo.
Claramente, si desea intentar este ejercicio,
deberá asegurarse de que la persona que le enseñará está certificada y tiene
experiencia pedagógica en el campo; que le pone atención y lo ayuda cuando
intentará poses más complicadas y riesgosas y que el tubo que abrazará con su
cuerpo está tan limpio como sus estándares de salud e higiene requieren que
esté.
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